La mutilación genital femenina es una práctica antigua en diferentes comunidades del mundo. En el caso de Colombia, la ablación, como es su nombre científico, se realiza en pueblos ancestrales. A pesar de este hecho, algunas mujeres levantan su voz de protesta. Este el caso de una joven madre emberá de Pueblo Rico, Risaralda, quien denunció que a su hija, recién nacida, su suegra y una mujer que atendió el parto la sometieron a ese procedimiento.
La ablación consiste en quemar el clítoris porque, según las creencias dejar esta parte de los genitales femeninos hace que las mujeres sean proclives a la «lujuria» y la «infidelidad» porque pueden experimentar más placer sexual. Lo paradójico es que son mujeres las que realizan la mutilación genital femenina.
En un testimonio entregado a Blu radio, la joven madre aseveró que su suegra y la otra mujer le hicieron la ablación a la niña a las pocas horas de nacida y sin su consentimiento. La madre se dio cuenta del hecho porque la niña estaba llorando mucho y cuando la estaba bañando se dio cuenta de que tenía quemaduras e inflamación en la zona.
La ablación la hacen con un objeto caliente, un clavo casi siempre, lo cual provoca quemaduras, irritación e inflamación.
‘TODA MUJER LA DEBE EXPERIMENTAR’
La joven madre le contó a la señalada emisora que le hizo el reclamo a su suegra, pero esta justificó su acción porque la mutilación genital es algo que «toda mujer debe experimentar».
Es de resaltar que en algunos casos, la mutilación genital femenina puede causar la muerte por una infección u otras razones.