miércoles 08 de octubre del 2025
11:18:42 pm

Memoria e identidad en la XI Feria del Libro de Pereira

Por / Diego Firmiano.

Ensayista. Coleccionista de libros. Lector.

Correo: diegofirmiano@gmail.com

La XI versión de la Feria del Libro de Pereira «Paisaje, Café y Libro» 2025, que acaba de finalizar con éxito, este año tuvo sus singularidades. Primero, que el eslogan «La memoria: guardiana de la cultura» fue ese homenaje a Leticia, ese pueblo hermano y verde, lleno de cultura; segundo, la alianza con el Instituto Cubano del Libro; y tercero, la apuesta por dos años consecutivos con los «Clubes de Lectura» y las bibliotecas itinerantes como «La Bibliosilleta» y otras, los cuales han sido bien acogidos en palabras de los organizadores, y por supuesto, refrendado por los más de 30.000 asistentes que pasaron esta semana por el evento.

La programación presentada fue amplia, y por ello es importante resaltar que la feria también fue un espacio donde pereiranidad e institucionalidad se dieron cita, y de ahí la interesante participación de entidades como la Corporación Oshún que presentó su libro JEPÃ en tres idiomas, en conjunto con la Alianza Francesa de Pereira; o que la Fundación Hacienda Castilla haya hecho presencia con un «Taller de escritura» y un «Club de lectura» para el público en general; o que colectivos de escritores pereiranos como «Letras Vivas» o «Ascer» presentaran sus obras literarias con mucha altura y variedad.

De igual forma, este fue un escenario de encuentros, ya que por los pasillos de Expofuturo se veían rostros conocidos, pero también un mar de personas que, apresurados, buscaban presenciar a sus autores favoritos. Fuese Dany Hoyos («Suso el Paspi») que debutó en materia literaria con un libro sobre la resiliencia; Martín de Francisco con su humor ácido colombiano; Laura Restrepo tan esperada con Soy la Daga y soy la herida; Andrés Galeano y su compromiso con las letras y el arte; la docente Patricia Rincón presentando La travesía del Elefancisjira; o simplemente para escuchar a Wilmar Ospina Mondragón y su Putópolis.

Una mera anécdota ilustra mejor el impacto de las presentaciones. Me refiero a esa larga fila de jovencitos que hizo exclamar a una dama de si, estaban regalando pollo Frisby o dando café gratis, cuando en realidad era un grupo nutrido que esperaba ver a Gilmer Meza y su novela «Los espantos de mamá». Agregando también la curiosidad de asimilar personas deambulando con kufiyas árabes como señal de su apoyo a Gaza, incluso, el hecho de que un paseante al notar el título Mein Kampf en una muestra editorial afirmara: «Quisiera comprar un cargamento de estos libros y soltarlos desde un avión sobre Israel». Y así, anécdotas graciosas y serias capturadas en un evento masivo que dejó al público más que satisfecho y que participó activamente.

Finalmente, la directora de la Feria del Libro de Pereira Claudia Morales Medina, y su equipo de profesionales, actuaron con altura coordinando todos los eventos de la programación presentada, dejando a nuestra ciudad como un referente cultural que impulsa las letras y las artes en general, y refrendando con ello la identidad artística de Risaralda y los retos organizacionales que se presentan.