El Tapir de Montana o Danta es una de las especies emblemáticas del Eje Cafetero. Sin embargo, esta en peligro de extinción. Para encontrar estrategias para la conservación de este animal se unieron la Corporación Autónoma Regional de Risaralda (Carder) y el grupo de especialistas en Tapires de la Universidad de Stanford.
El objetivo de la alianza es definir acciones concretas y asegurar los fondos necesarios para continuar trabajando en la conservación de esta especie en la región.
Puntualmente, se revisará la situación de los tapires heridos en el Santuario de Fauna y Flora Otún Quimbaya.
Delegados de la citada universidad se reunieron recientemente con el director de la Carder, Julio César Gómez, y biológos de la autoridad ambiental. Al final de la reunión se establecieron cuatro grandes áreas de trabajo: atención prioritaria a la situación con población canina, tratamiento de tapires heridos, monitoreo constante de las poblaciones de tapires y evaluación del impacto del gusano barrenador en la especie.
El primer punto tiene que ver con los perros ferales, es decir, canes abandonados o descendientes de estos, que son depredadores y cazan cualquier animal que se les ponga en frente. También atacan a los seres humanos. Los perros ferales viven en zonas como las reservas naturales del Eje Cafetero.
PRIMERAS ACCIONES
Juliana Vélez Gómez, investigadora posdoctoral de la Universidad de Stanford y miembro del grupo de especialistas en tapires, destacó que «las situaciones que afectan a los tapires, como los ataques de perros y la presencia del gusano barrenador, son una prioridad para nosotros. Por eso, trabajamos de la mano con la Carder para fortalecer los esfuerzos de conservación”.
Por su parte el director de la Carder afirmó: «Desde que se evidenció el problema con las dantas en Otún Quimbaya, nos comprometimos a buscar apoyo no solo a nivel nacional, sino también internacional. Con la ayuda de instituciones como la Universidad de Stanford, estamos más cerca de plantear soluciones que aseguren la conservación de esta especie tan importante”.
En la renión se acordó establecer un acuerdo de voluntades entre las entidades participantes para facilitar las labores conjuntas para seguir contribuyendo a la protección no solo de las dantas, sino también de su ecosistema.
Además se estableció un compromiso con el ICA para fortalecer gestiones en favor de la especie y realizar acercamientos con la empresa Aguas y Aguas de Pereira, con el fin de trabajar en los predios que esta entidad posee en la zona.