Desde hace dos semanas, el senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay se debate entre la vida y la muerte en una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de la clínica Fundación Santa Fe, por cuenta de un atentado sicarial en el barrio Modelia, en el occidente de Bogotá. La situación de salud del congresista del Centro Democrático es «extremadamente crítica», pero la del país también lo es y, lo más grave, es la incertidumbre. ¿Qué va a pasar después? ¿para dónde vamos?, son las preguntas que se hacen los colombianos de bien.
Debido a la situación actual, los colombianos mayores de 50 años han rememorado los años 80’s y los 90’s, cuando el país estuvo envuelto en una vorágine de violencia política en la cual fueron asesinados varios candidatos presidenciales: Luis Carlos Galán, Carlos Pizarro Leongómez, Jaime Pardo Leal y Bernardo Jaramillo Ossa. Además fue asesinado el líder de izquierda, José Antequera, y fue gravemente herido Ernesto Samper Pizano, en un atentado en el aeropuerto El Dorado. Samper se convirtió en presidente después (1994-1998).
También se debe citar en estas líneas el exterminio de la Unión Patriótica, UP, partido polìtico que fundaron las Farc en una apuesta por apuntarle algún día a la paz y a la llegada al poder a travès de la democracia, pero que grupos paramilitares prácticamente borraron de la escena política a sangre y fuego.
Hoy, la violencia política tiene con pronóstico reservado a un hombre de 39 años, militante de uno de los partidos de oposición, el senador que obtuvo más votos y el hijo de otra víctima de la violencia colombiana, la periodista Diana Turbay Quintero, quien perdió la vida en el operativo de rescate del secuestro que contra la comunicadora ordenó el narcotraficante Pablo Escobar Gaviria, durante la guerra que desató para evitar que el Gobierno aprobará la extradición a Estados Unidos.
La Fiscalía General de la Nación investiga quién dio la orden de asesinar al nieto del presidente Julio César Turbay Ayala y causar un infierno en un año preelectoral. Ha capturado a cuatro personas y dice estar tras la pista de más personas. En la manera que dé rápidamente con el autor del crimen, podría conjurar más atentados contra precandidatos presidenciales y otros líderes políticos prominentes.