En una expedición realizada en 2019, el fotógrafo Ives Adams, capturó varias imágenes de este pingüino, que según explicó su autor, se acercó a él sin miedo.
El extraño ejemplar albino, fue avistado por primera vez en la Antártida, en medio de un grupo de aves oscuras, a un costado de la playa se referencia en la página de National Geographic en español.
Según señalan, romper con la tendencia se requiere en algunas ocasiones de variaciones genéticas únicas, como el pingüino amarillo del archipiélago Georgia del Sur, hallado por un grupo de biólogos, que aún no explica la coloración particular de su piel.
Sus pares en la isla tienen el característico negro y blanco con detalles dorados. El particular pingüi, tiene los ohos azules y el pico rosa, referencia la página.
